Cinco ideas, tres minutos y un escenario decisivo

JoinToCare, de Joan Mir; ConfortMental Empresas, de Paloma Aleñar; CroqWorks Studio, de Juan Pardo; Wi-Gi, de Carlos Martínez, y Mima Studio, de Mireia Martorell son los finalistas de la categoría Connect’Up Start

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Desde la izquierda, David Mir, Paloma Aleñar, Mireia Martorell y Carlos Martínez.

Fàbrica Ramis, en Inca, se llena esta tarde de esa mezcla inconfundible de nervios, ilusión y energía creativa que solo se respira en los grandes eventos del emprendimiento. Allí, cinco proyectos emergentes se medirán en la final de Connect’Up Start, un formato directo y exigente donde cada equipo dispone de tres minutos para defender su idea ante el jurado y el público. Tres minutos que pueden cambiarlo todo: la validación, la visibilidad y, en muchos casos, el empujón definitivo para creer que la idea que un día surgió casi por intuición tiene un hueco real en el mercado.

Los finalistas, JoinToCare, de Joan Mir; ConfortMental Empresas, de Paloma Aleñar; Croq Works Studio, de Juan Pardo; Wi-Gi, La Teleco de los Hoteles, de Carlos Martínez; y MIMA STUDIO, de Mireia Martorell, llegan al escenario tras superar un proceso formativo intenso, lleno de aprendizajes, correcciones y pequeñas victorias que no siempre se ven desde fuera, pero que modelan lo que significa emprender.

El emprendimiento, en su complejidad y riqueza, ha emergido como uno de los motores más sólidos de la innovación y del crecimiento económico. Impulsa nuevas soluciones y modelos de negocio, y activa capacidades esenciales para cualquier territorio como la creatividad, la resiliencia y la capacidad de transformar problemas reales en oportunidades. En Balears, donde el talento local se abre camino más allá de los sectores tradicionales, iniciativas como Connect’Up actúan como catalizadores de ese impulso.

Misión

La categoría Start se ha convertido en una verdadero mapa para quienes están dando sus primeros pasos. Su misión es acompañar esa chispa inicial, a veces nacida en una nota improvisada, en una conversación casual o en una inquietud personal, y convertirla en un proyecto viable. Para ello, el programa ofrece formación especializada, acompañamiento y el apoyo de una comunidad que entiende que emprender no es un salto al vacío, sino un viaje en equipo. El itinerario formativo empezó en octubre con los cofundadores de Cometa Lab, Belisa Rus y Alexei Rueda, que ayudaron a los participantes a validar sus modelos de negocio desde una mirada estratégica y realista.

Luego llegó la coach empresarial Cristina Faustino, que trabajó las habilidades interpersonales necesarias para comunicar, persuadir y liderar con autenticidad y le siguió un elenco de grandes profesionales.

La semifinal, celebrada el 13 de noviembre, redujo los diez proyectos iniciales a los cinco que hoy se disputan hoy el protagonismo en Inca. Y en esta segunda fase, el ritmo ha sido intenso. Los finalistas han completado talleres sobre finanzas, responsabilidad empresarial, claves legales y diseño de un plan comercial capaz de sostener sus propuestas más allá del pitch, entre otras.

Un entrenamiento integral concebido para que cada proyecto salga de Connect’Up con un armazón sólido y preparado para el mundo real. La determinación que han mostrado los finalistas a lo largo del programa habla del dinamismo del ecosistema innovador balear, cada vez más conectado, más profesionalizado y más consciente de su potencial.

La final de Connect’Up Start se articula como una celebración del talento emergente, del aprendizaje compartido y del poder que tiene una comunidad cuando apuesta por impulsar nuevas ideas. Y esta tarde, esas ideas subirán al escenario. Tres minutos. Cinco proyectos. Un ecosistema que crece con fuerza. Y un futuro que, poco a poco, se construye a base de innovación, colaboración y mucho emprendimiento.