MIMA STUDIO redefine la experiencia de marca al fusionar ‘branding’ e interiorismo

La propuesta de Mireia Martorell consiste en diseñar marcas y espacios como un sistema coherente que se vive con los cinco sentidos, creando experiencias emocionales que fortalecen la identidad

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Mireia Martorell lidera MIMA Studio junto a su hermano Joan.

En el mapa de la innovación creativa emergen propuestas que rompen inercias y reescriben procesos. Una de ellas es MIMA STUDIO, el proyecto liderado por Mireia Martorell junto a su hermano Joan, que ha convertido la integración real entre branding, interiorismo y diseño gráfico en una fórmula de diferenciación para compañías que buscan algo más que espacios bonitos. Las marcas empiezan a comprender que la fidelidad no solo se construye en la pantalla, también en la experiencia física de sus espacios.

Mireia detectó la desconexión entre disciplinas en la universidad, cuando se vio obligada a elegir entre branding e interiorismo. Aquello le reveló que el mercado trataba ambas áreas como servicios aislados. Observó cómo identidades gráficas potentes se diluían al entrar en el espacio físico y cómo ese desajuste generaba experiencias frías y sin emoción. La decisión de su hermano de estudiar diseño gráfico reforzó la idea de crear un modelo donde todo naciera del mismo briefing y evolucionara de forma integrada. «Así ofrecemos una experiencia de marca integral desde el primer briefing hasta el último detalle del espacio. Logramos resultados mucho más potentes, coherentes y emocionales donde la marca no solo se ve, sino que se vive». Define una auténtica experiencia de marca como aquella que se siente nada más cruzar la puerta. «Un espacio donde tus valores no se quedan en el papel sino que se respiran. Cuando entras sientes la marca de inmediato, no porque haya carteles, sino porque todo comunica de forma integrada».

Recuerda además que el noventa por ciento de las decisiones de compra se toma desde la emoción, lo que convierte al espacio físico en un activo estratégico para generar vínculos duraderos. Mireia resume la ventaja competitiva de MIMA STUDIO en una idea simple. No se trata de sumar perfiles, sino de fusionar saberes desde el inicio. Las disciplinas trabajan juntas desde el minuto cero y eso elimina fricciones y evita traducciones que desvirtúan el concepto original. «Branding e interiorismo permean todo el proceso simultáneamente. Eso genera coherencia total porque no hay pérdida en el camino y crea conexiones emocionales únicas porque el espacio no ilustra la marca sino que la expresa».

Para las startups y empresas emergentes la rentabilidad del espacio es clave, y Mireia prioriza funcionalidad sin renunciar a la estética. Un diseño fracasa cuando no optimiza flujos, iluminación o recorridos comerciales. «No es solo resolver problemas, es resolverlos de forma estética e inteligente», afirma. El trabajo conjunto con su hermano permite que lo bonito refuerce lo rentable y que el espacio fidelice porque responde a una estrategia bien construida.

El proceso creativo exige validar constantemente si una idea funciona en lo gráfico, en lo físico y en lo emocional. Esta tensión permite entregar conceptos que no se limitan a decorar, sino que articulan un lenguaje propio. «No es aplicar la identidad visual, es traducirla en decisiones arquitectónicas reales. Qué materiales comunican esa esencia, cómo la iluminación refuerza el mensaje, qué texturas generan la emoción que buscamos». Wayfinding intuitivo, iluminación estratégica y materiales coherentes conforman atmósferas que narran la marca con los cinco sentidos.

MIMA STUDIO demuestra que unir branding, interiorismo y diseño gráfico no es solo una cuestión estética, es una estrategia de negocio. Para las marcas que compiten por atención y lealtad, esta integración se convierte en un valor diferencial. Mireia lo condensa en una frase que define el espíritu del estudio; «Un espacio memorable nace cuando la marca no se aplica, se vive».