Aspectos legales para emprendedores: propiedad intelectual, acuerdos entre socios, 'Due Diligence' y rondas de inversión

Los juristas Miquel Rullán y Jorge Morell desentrañan el complejo ecosistema legal del emprendimiento a los participantes de Connect’Up

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Participantes de la categoría Start, junto a Miquel Rullán y Jorge Morell

Desde el pasado mes de octubre, los participantes de Connect’Up se encuentran inmersos en un exigente programa de formación y jornadas de mentoring, diseñados para maximizar sus habilidades y competencias emprendedoras. Ayer por la tarde, en Sa Riera, los finalistas de la categoría Start y los participantes del programa Youth asistieron a un módulo titulado: Aspectos legales del emprendedor.

La sesión fue impartida por Miquel Rullán, jurista del bufete Tous-Riutord, y Jorge Morell, del bufete Términos y Condiciones, ambos expertos que repiten como formadores de Connect'Up. En el encuentro, abordaron los conceptos jurídicos esenciales para el entorno de las startups y la emprendeduría.

Jorge Morell inauguró la formación destacando que los emprendedores enfrentan múltiples riesgos legales, como «problemas con la propiedad intelectual, disputas entre socios o protección de datos. En muchos casos, el desconocimiento de las regulaciones puede llevar a sanciones que afectan gravemente la viabilidad del proyecto. Otro riesgo es la falta de claridad en los acuerdos iniciales, lo que puede derivar en conflictos internos cuando la empresa empieza a crecer», explicó.

Sobre los contratos prioritarios en las primeras etapas, Morell afirmó que «los contratos clave son los acuerdos entre fundadores, contratos de confidencialidad con empleados o acuerdos de propiedad intelectual con colaboradores. El acuerdo entre fundadores establece los derechos y responsabilidades de cada uno, mientras que los contratos de confidencialidad son vitales para proteger información sensible». Además, subrayó la importancia de acuerdos de propiedad intelectual y las medidas para prevenir la competencia desleal: «Es fundamental tener claridad sobre la propiedad de la tecnología o producto que se esté desarrollando. Limitar acciones de competencia desleal también puede ser relevante».

Jorge Morell, abogado del bufete Términos y Condiciones.

Morell resaltó que un enfoque legal sólido desde el inicio puede proteger un proyecto a largo plazo: «Establecer bases legales sólidas desde el inicio puede evitar muchos problemas y costes en el futuro. Un buen asesoramiento en la fase de ideación ayuda a proteger la propiedad intelectual, establecer límites claros con los socios y prepararse para cumplir con normativas que podrían complicarse más adelante. Este enfoque preventivo ofrece una mayor seguridad al proyecto y facilita la entrada de futuros inversores. Por ejemplo, puede evitar que el nombre elegido luego deba ser cambiado por un problema marcario o que un desarrollo relevante quede condicionado por dudas relativas a su titularidad».

El experto, además, destacó la necesidad de acuerdos transparentes entre socios fundadores. «Un abogado puede ayudar a redactar este acuerdo de forma clara y detallada, lo cual minimiza malentendidos y establece un marco para resolver conflictos en el futuro. Además, un acuerdo de socios bien estructurado incluye mecanismos de revisión y actualizaciones que permiten adaptarlo a las necesidades cambiantes de la startup», explicó. También detalló los elementos mínimos de estos acuerdos, como la distribución de participaciones, compromisos de tiempo y normas de salida y entrada de nuevos socios.

En la segunda parte de la sesión, Miquel Rullán subrayó que un error común entre los emprendedores es posponer la gestión legal: «Es un error común y en mayúsculas no integrar los aspectos legales como un elemento esencial del proyecto desde el inicio». Rullán también detalló las graves consecuencias de ignorar la parte legal: «Desdeñar la parte legal de un proyecto emprendedor es ignorar a sabiendas una parte muy importante de tu propio proyecto. Existe, por suerte, una clara concienciación entre los emprendedores sobre la importancia del análisis legal previo y de la prevención legal. Lo contrario, en un mundo cada vez más normativizado, sería una osadía. Move Fast and Break Things suena bien... pero no aplicable legal ni financieramente», afirmó.

Miquel Rullán, jurista del bufete Tous-Riutord

A la hora de hablar de la Due Diligence, Rullán enfatizó su relevancia: «Si el emprendedor quiere buscar financiación no bancaria en un futuro, pasará necesariamente por un proceso de Due Diligence: una revisión legal, fiscal, laboral y financiera del proyecto y de la empresa». Agregó que un buen trabajo interno en estos aspectos desde el inicio es esencial.

En cuanto a negociaciones con inversores, Rullán sugirió: «la firma de un documento no vinculante (Carta de Intenciones o Term Sheet) que establezca los principales parámetros de la negociación, como la valoración de la compañía, la cuantía de la inversión y los derechos económicos y políticos de los socios inversores y de los socios fundadores». Explicó que este documento ayuda a establecer expectativas claras y delimitar el proceso de negociación.

Finalmente, Rullán advirtió que en cualquier ronda de inversión se pierde parte del control: «Toda ronda de inversión comportará indefectiblemente una pérdida de control. Sin embargo, la gradación de esa pérdida puede depender de la negociación. No contar con asesoramiento en la primera ronda podría resultar en una pérdida de control irrecuperable en el futuro».